El actual escenario de crisis sanitaria está provocando lo que algunos expertos califican como cambio de paradigma laboral. Si antes de la pandemia ya era necesario reubicar a parte de los trabajadores cuyas tareas se habían automatizado, ahora es más urgente que nunca formar a los empleados para adaptarlos al nuevo contexto. Curiosamente, no es el manejo de unas tecnologías concretas lo que más demandarán las empresas en un futuro, sino la creatividad, la adaptabilidad y la flexibilidad de sus trabajadores.

 

Según el informe elaborado por Ernst & Young y Future For Work Institute, el 91% de las compañías espera que su demanda de creatividad crezca entre 2020 y 2022. Es decir, la creatividad se convertirá en la habilidad más buscada por las empresas, seguida de la recopilación y evaluación de información (87%), el análisis de información numérica o data analysis (85%), el trabajo en equipo (81%) y el coaching (76%).

 

Pero, ¿qué entienden las empresas por creatividad? Esencialmente, se consideran habilidades creativas todas aquellas habilidades blandas que hacen que los profesionales puedan adaptarse mejor a los retos y situaciones cambiantes. Son lo que se conoce como competencias no cognitivas: tener tolerancia al estrés, ser curioso, tener ganas de aprender y saber trabajar en equipo son algunas de las más importantes.

 

En un reciente encuentro con Valentín Bote, director de Randstad Research, destacó la flexibilidad cognitiva, la capacidad de adaptación y la automotivación como claves en los perfiles que más se buscarán en el futuro.

 

El factor humano se revaloriza en la era digital

Son muchos los expertos en materia laboral los que están llamando la atención acerca de esta aparente paradoja: en un momento en el que la digitalización de las empresas se ha vuelto esencial para el futuro de la economía, no hay que olvidar que para que esta tenga éxito debe fundamentarse en el factor humano.

 

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, la crisis provocada por la pandemia ha supuesto una revalorización de aquellas aptitudes personales que suelen quedar fuera de los currículums: “Lo que se necesita es todo aquello que un computador no tiene, parámetros humanos imposibles de reproducir, está demostrado que aquellas personas con capacidad de resiliencia aguantan mejor la adversidad, y el que tiene más curiosidad es más ágil a la hora de aprender nuevos procedimientos que surgen como consecuencia del cambio de modelo provocado por el coronavirus”. Dicho en otras palabras, en un mundo impredecible las habilidades tecnológicas o los conocimientos muy específicos han dejado de ser lo más importante.

 

Cómo mejorar las habilidades blandas

Se estima que hasta 2022 el PIB no volverá al punto en el que estaba antes de la crisis. Eso significa que durante 2020 y 2021 el mercado laboral tendrá pocas ofertas de empleo en comparación con la demanda. Es por ese motivo que los expertos en inserción laboral recomiendan ejercitar nuestras habilidades blandas.

 

Para ello, el primer paso es saber identificarlas y ponerlas en valor, sin olvidar las aptitudes que probablemente has desarrollado sin darte cuenta durante la pandemia. La nueva guía 20 Competencias contra la exclusión social en el empleo de la Fundación Adecco es muy útil para comprender la importancia de cada una de nuestras habilidades blandas, mejorar aquellas en las que somos más débiles y enfocar la búsqueda de empleo como una posibilidad para reinventarnos profesionalmente en la nueva economía.

 

Fuente: Welcometothejungle.com

 

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