A lo largo del tiempo las empresas tradicionales han desarrollado un trabajo principalmente manual y reactivo, basado en tareas individuales y con poca o nula colaboración entre áreas, estableciendo un techo como meta a conseguir por sus trabajadores, que deben cumplir con un estándar dentro de la organización jerárquica, ¿te suena conocido?, OK, entonces hablemos de los resultados de este tipo de empresas, el nivel de éxito es bajo, o se demoran mucho en conseguir la tan anhelada meta, a veces incluso para lograr su objetivo, aplican soluciones de forma compulsiva, generando incertidumbre y angustia en el personal  ¿Te parece conocido el término, doble discurso? y es aquí cuando aparece, porque se plantea la necesidad del cambio, aplicando soluciones, pero por otro lado se siguen defendiendo y manteniendo las relaciones dominantes.

 

En cambio, en las empresas visionarias o emergentes, el trabajo se fundamenta bajo el diálogo, dimensionando el trabajo con una tarea individual de cada miembro, realizando actividades de coordinación entre áreas y promoviendo un trabajo reflexivo de aprendizaje, en este modelo se establece el piso como base para avanzar hacia un objetivo, la emocionalidad predominante es la confianza, este tipo de organización tiene una estructura horizontal y flexible, que permite complementar las sus habilidades de cada integrante del equipo, que conoce su desempeño a través de mediciones claras, que no solo depende de sus conocimientos, sino, también de sus competencias conversacionales e interpersonales, ser un agente de cambio y promover el grato ambiente laboral.

 

En este segundo escenario se presenta un líder que se está posicionando en el mercado, que se trata de un modelo completamente distinto al tradicional, les presentamos al “gerente coach”, quien destaca por ser altamente competente en el manejo de juicios, escucha y distinción de juicios de los demás, creando cultura en el cumplimiento de objetivos y compromisos.  Este tipo de líder diseña y establece conversaciones efectivas para alcanzar objetivos que se propone, coordinando acciones en la producción de resultados.  Para que un gerente coach pueda avanzar se debe enfrentar un proceso de “des-aprender”, que es muy difícil, ya que requiere transitar hacia un nuevo modelo de gestión, dejando de lado lo que se entendía por competencias.

 

Para avanzar en esta propuesta se debe contar con una nueva manera de observar lo que sucede, una nueva manera de pensar y finalmente una nueva manera de hacer.

 

Un gerente coach inicia su propia transformación y busca mejorar para lograr que su equipo y organización lo hagan también, establece instancias de retroalimentación en tiempo real, no esperando una evaluación anual, generando un ambiente de confianza con su equipo de trabajo.  Algo importante que es necesario destacar, el gerente coach no le hace coaching a sus colaboradores, sino emplea técnicas conversacionales del coaching, para entender procesos que se atraviesan en la organización, ayudando y apoyando a su equipo, dando respuestas.

 

¿Qué te parece este nuevo estilo de liderar equipos? ¿crees que se puede aplicar en tu empresa? ¿eres parte de un equipo con gerente coach?

Sin lugar a duda, pueden pasar muchos años y el liderazgo de equipos siempre será un tema controversial, pero si miramos hacia atrás veremos que siempre se han sentado precedentes para mejorar, podemos estar de acuerdo que a lo mejor no han sido tan rápido ni tan constantes, pero se han generado cambios, promoviendo una nueva cultura organizacional que mejora el estilo de vida de las personas, recordemos que la mayor cantidad de horas al día la pasamos trabajando.