Si estás trabajando de pasante en estos momentos, haciendo las prácticas profesionales en una empresa en la que te sientes cómodo, seguro estás pensando qué puedes o debes hacer para que te contraten al terminar este período.

Si consigues un puesto fijo en la empresa, después de las prácticas, no deberás preocuparte en buscar tu primer empleo al acabar los estudios, un proceso que a muchos se les dificulta por no tener experiencia en el campo. Además, podrás seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente dentro de la misma empresa.

Debido a ello, no es de extrañar que muchos quieran ser contratados por la empresa en la que están haciendo las prácticas profesionales. 

Pero sabés ¿cuál es la importancia de estas prácticas? En Duoc Laboral te damos los detalles.

Importancia de la práctica profesional

La importancia de las prácticas profesionales radica en que puedas desarrollar tus habilidades y actitudes para un puesto de trabajo en específico, mostrando lo que sabes hacer y el valor agregado que puedes brindarle a una empresa. Además, la idea de las mismas, es que puedas aprender más sobre la profesión escogida.

Estás prácticas profesionales son aplicadas en empresas donde puedes desenvolverte en tu área de estudio, y así reforzar y adquirir conocimientos que te ayuden a desempeñar tu labor de la mejor manera.

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Ahora, si ya estás en esta etapa y te preguntas cómo puedes lograr obtener ese contrato fijo o quieres saber qué hacer para tener más posibilidades, te contamos 5 consejos que hemos recopilado; al aplicarlos será más sencillo que te quedes en la empresa después de haber sido practicante.

Consejos a implementar en tu práctica profesional

1. Cumple siempre el horario:

Puede parecer obvio, pero no todo el mundo respeta sus horarios como debe, y si es tu primer contacto con el mundo laboral es posible que no le des especial importancia a este aspecto. 

Si llegas puntual todos los días y te marchas a la hora que corresponde causarás buena impresión en tus superiores y en aquellos que deben decidir si contratarte o no. 

Pero si eres de los que suelen aparecer diez o quince minutos tarde todos los días o te levantas del asiento quince minutos antes de tu hora tienes todas las de perder; quizás apruebes las prácticas, pero desde luego no serás contratado.

2. Mantén una actitud proactiva y ten iniciativa:

Tu labor como practicante es la de aprender, por lo tanto es normal que la empresa no te incluya en proyectos de demasiada complejidad y que no te encarguen tareas que estén por encima de tus capacidades.

Sin embargo, esto no significa que no debas mostrar una actitud de aprendizaje activo: pregunta a tus compañeros y superiores todas las dudas que te surjan durante la rutina laboral, ofrécete a colaborar cuando sea necesario y muéstrate disponible para llevar a cabo las tareas que encajan en tu puesto de aprendiz.

Será de ayuda que aprendas cosas que no estén relacionadas directamente con tus estudios, así que es buena idea que no rechaces tareas por considerarlas fuera de área, pues esto además dará una mala imagen como profesional.

3. Sumérgete en la dinámica de la empresa y detecta posibles mejoras:

Dedícate a observar el funcionamiento de la empresa, sus protocolos y cuáles son las costumbres y rutinas de trabajo. Piensa en qué aspectos se podrían mejorar y anótalos.

Después, desde una punto de vista constructivo y con prudencia, pregunta por qué cierta tarea o rutina se hace de esa forma, dando además una de las ideas que hayas pensado para mejorarla. 

¡Si la empresa termina adoptando tus mejoras, habrás resaltado de buena forma y te tendrán en consideración!

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4. Aprende todo lo que puedas durante la práctica profesional

Recuerda que las prácticas se hacen para aprender y para que tomes contacto con una rutina de trabajo. 

Debes convertirte en una esponja que atraiga todos los conocimientos posibles. Cualquier pequeña experiencia en esta época de tu vida puede convertirse en una gran enseñanza para el futuro. 

Uno de los aspectos clave para que la empresa se decida a contratarte es que te atrevas a tener cada vez más autonomía. 

Si la persona que debe supervisar tu trabajo comprueba que ya eres capaz de hacer las tareas tú solo te habrás ganado su confianza.

5. Reconocer que te queda mucho por aprender

El cambio entre el mundo académico y el laboral suele ser muy brusco, y aunque creas que estás aprendiendo muchas cosas en poco tiempo, lo cierto es que todavía te queda mucho camino por delante.

Habrá ciertos aspectos que se te escapen y que no sepas afrontar, por eso la forma más rápida y certera de mejorar es reconociendo que tienes mucho por aprender. 

Una actitud humilde que demuestre ganas de seguir aprendiendo es algo a valorar por muchas empresas.

Y recuerda siempre: No tener experiencia laboral no debería opacar tus oportunidades de crecer profesionalmente mientras demuestres que estás preparado para asumir nuevos retos.

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Para asegurar que la empresa te contrate después de tu periodo de prácticas profesionales o para lograr una buena referencia y red de contactos profesional, no solo basta demostrar todos tus conocimientos, también es importante demostrar otras competencias que las empresas valoran mucho.

Y es que en definitiva, ser contratado al término de tus prácticas profesionales es la meta que muchos quieren alcanzar, por eso aplica estos consejos y sigue formándote profesionalmente.

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