En general, debes entender la entrevista de trabajo como un intercambio constructivo: a la empresa le permite asegurar que tu perfil coincide con lo que están buscando; a ti, comprobar que el puesto encaja con lo que buscas para el siguiente paso de tu carrera.

 

Por eso, si todo ha ido bien y has llegado a la última etapa en la que conocerás a tu posible responsable dentro de la compañía o al CEO, debes tener en cuenta que la conversación será diferente a la que tendrías con el responsable de RR. HH.

 

1. Entrevista con el reclutador o el responsable de RR.HH.

 

Qué puedes esperar

Cuando uno se presenta para un puesto de trabajo, la primera persona con la que habla por teléfono (o cara a cara) suele trabajar en el departamento de Recursos Humanos de la empresa. Esta primera entrevista tiene como objetivo conocerte, repasar tu trayectoria profesional, juzgar tu motivación y determinar si tu personalidad se ajusta a la empresa y al puesto vacante.

 

Pero además de tu trayectoria laboral, tus intereses personales, tu experiencia adicional, tus idiomas, tus estancias en el extranjero o los cursos que hayas realizado también hablan de ti como profesional. Por lo que es muy posible que estos también sean temas que se traten durante la entrevista con el reclutador.

 

Por último, es muy posible que el seleccionador te pregunte por tus expectativas profesionales: querrán saber si están en sintonía con los objetivos que tiene la empresa y el departamento en el que trabajarás. Según la información que te proporcione el entrevistador, este primer contacto te servirá para hacerte una idea de la manera en la que funciona la empresa.

 

Cómo te puedes preparar

Para este primer encuentro, es conveniente que conozcas los datos básicos de la empresa y que estés al día de sus novedades, como las principales áreas de negocios o las últimas noticias publicadas en prensa. Es el momento de demostrar que eres el candidato ideal para ocupar el puesto, y para ello nada mejor que mostrar que estás familiarizado con la empresa. La web de la compañía y sus perfiles en redes sociales son fuentes de información fiable y muy accesible.

 

A la hora de presentar tu trayectoria profesional, no te lances con un detallado informe de toda tu experiencia profesional: es mejor que enfatices aquellos logros que guarden una mayor relación con la actividad que desempeñarás en la empresa. Incluye detalles como tus conocimientos informáticos o referencias al trabajo en equipo que has llevado a cabo.

 

Puedes recurrir a LinkedIn para estudiar el perfil de otros empleados con tu puesto (o con alguno similar) en la empresa y ver qué habilidades destacan: estudios, programas informáticos que dominan, idiomas, etc. Esto te permitirá identificar tus puntos fuertes y poder resaltarlos durante la entrevista.Cuando sea tu turno de preguntar (normalmente al final de la entrevista), interesarte por las posibilidades de ascenso, si existen colaboraciones con otras empresas o los motivos que han llevado a la compañía a buscar un candidato para este puesto (por ejemplo, si vas a sustituir a alguien o es un puesto de nueva creación). De nuevo, te servirá para demostrar tu interés.

 

2. Entrevista con tu jefatura o con el CEO

 

Qué puedes esperar

Estás muy cerca de conseguir el puesto: ya has hablado de tu carrera profesional, has explicado cuáles son tus expectativas y has preguntado por la cultura empresarial. Ahora es el turno de la empresa. En esta última entrevista, tu interlocutor hablará mucho: te explicará quién es, qué hace en la compañía y qué está buscando.

 

Si quien tienes delante sigue los consejos de Jeff Bezos, que contrataba a empleados para una empresa de inversión antes de convertirse en CEO de Amazon, es posible que te plantee un problema imaginario o un reto real de la compañía para ver cómo reaccionas en situaciones difíciles. Este enfoque de entrevista por parte del CEO es bastante habitual, aunque puede tener distintos formatos.

 

Ya sea con tu futuro jefe o con el CEO, es muy posible que en esta entrevista se interesen por tu recorrido profesional. Pero no necesariamente sobre los puestos que has ocupado (por esto ya te habrá preguntado el responsable de Recursos Humanos), sino por las decisiones que has tomado. Por ejemplo, si has cambiado muchas veces de trabajo recientemente, no resultará extraño que quiera saber por qué: quizás en este momento la compañía esté buscando invertir en un empleado a largo plazo para formarle en un nuevo sistema de compras o de gestión. Responde con honestidad: no dice nada malo de ti el hecho de haber cambiado de trabajo, siempre que puedas explicar los motivos.

 

Cómo te puedes preparar

Esta entrevista es diferente de las anteriores, ya que, más allá de descubrir si tus experiencias y aptitudes hacen de ti un buen candidato, lo que busca una jefatura o un CEO es saber si encajas en la visión que tienen para la empresa y en la manera de trabajar en el día a día. Es complicado saber de antemano qué esperar exactamente, ya que cada CEO busca unos valores distintos en sus empleados.

 

De todas formas, siempre tendrás la oportunidad durante la entrevista de explicar qué puedes aportar y mostrar tus conocimientos sobre el sector. Para ello, puedes apoyarte en experiencias laborales anteriores que sirvan de ejemplo. También es tu oportunidad para demostrar que eres resolutivo y eficiente, y que tienes imaginación.

 

Antes de la entrevista puedes dedicar algo de tiempo a buscar información sobre el CEO o el futuro responsable con el que te vayas a entrevistar: te ayudará a conocerle mejor y a afrontar la entrevista con más confianza, sabiendo lo que tienes en común. ¡Ser directivo no significa ser un extraterrestre!

 

El mundo laboral es un lugar muy competitivo: el éxito hay que ganarlo cada día y en cada paso. Y si al final no consigues el puesto, aprovecha la experiencia para aprender y seguir avanzando.

 

Fuente: Welcometothejungle.com

 

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