Érase una vez un mundo en el que las personas pasaban horas y horas redactando currículums y cartas de motivación, para después enviarlos por correo y esperar semanas (o hasta meses) antes de obtener una respuesta. Hoy en día, gracias a la magia de Internet, podemos hacer todo eso con un solo clic. Aunque nunca había sido tan fácil y rápido responder a una oferta de empleo, no debes caer en la trampa de enviar candidaturas a todas partes, ya que corres el riesgo de dejar de lado lo esencial y perder el tiempo con ofertas que, al final, tampoco son compatibles con tu perfil.

 

Para optimizar tu búsqueda y maximizar tus oportunidades, es importante que inviertas tus esfuerzos en las ofertas apropiadas. Te damos algunos consejos para que te hagas las preguntas oportunas y aprendas a identificar los anuncios adecuados. De esta forma, no perderás tiempo ni energía en vano.

 

1. Define tu campo

En primer lugar, y para evitar desviarte, debes definir claramente tu campo de búsqueda. Te recomendamos elaborar un “mapa” personal, pues solicitar empleos sin haber definido el ámbito es como partir de viaje hacia lo desconocido sin mapa ni brújula.

 

“Conócete a ti mismo”

Antes de empezar a buscar empleo, debes hacer un plano de tu recorrido y tus expectativas. Para elaborarlo, básate en tu currículum y extrae las palabras clave que se repiten a menudo en tu experiencia. A continuación, contrástalas con tus expectativas.

 

¿Deseas encontrar un empleo que siga la misma línea de lo que has hecho hasta ahora? ¿Quieres destacar más una habilidad que otra? ¿Quieres cambiar completamente de recorrido? ¿Qué experiencias de tu currículum te servirán para ilustrar mejor el aspecto de tu personalidad que te interesa resaltar?

 

“¿Qué quieres ser cuando seas mayor?”

Piloto de aviones, médico, abogado… Todos teníamos profesiones muy concretas en mente cuando éramos pequeños. Ahora que eres mayor, es hora de volver a preguntarte qué te gustaría ser. No basta con definir el ámbito laboral: Marketing, Finanzas, Informática, etc. También debes hacer una lista bien definida de profesiones que pertenecen a estos ámbitos y en las que te gustaría trabajar, y centrarte en ellas durante tu búsqueda.

 

Si se trata de tu primer empleo, ponerte en contacto con antiguos alumnos de tu escuela o universidad puede ser una buena idea. Haz un sondeo de sus empleos para entender mejor qué es lo que hacen en su día a día. Investiga también en Internet: muchas páginas ofrecen fichas de empleo detalladas que incluyen testimonios muy útiles.

 

“¿Estás disponible inmediatamente?”

Una vez que hayas elaborado tu mapa y definido la profesión (o profesiones) de tus sueños, deberás hacerte otras preguntas de tipo administrativo y logístico. Estas te permitirán identificar con mayor facilidad los elementos eliminatorios, tales como:

 

  • Tu disponibilidad
    ¿A partir de qué fecha puedes empezar a trabajar? Muchos candidatos han tenido que rechazar ofertas debido a un problema de disponibilidad. Así pues, es un aspecto que no debes desestimar. Ganarás tiempo si de entrada descartas las ofertas con fechas de inicio que no te convengan.

 

  • Tu movilidad
    ¿Puedes desplazarte de un sitio a otro? ¿Con qué frecuencia? ¿Aceptarías trasladarte al extranjero? Este es un tema que no debe tomarse a la ligera, ya que tendrá un importante impacto sobre tu ritmo de vida y tu entorno.

 

  • El tamaño de la empresa
    ¿Estás buscando un puesto en una gran empresa, una pyme o una start-up? Para averiguar la respuesta, debes investigar las ventajas y desventajas de cada tipo de compañía y definir tus preferencias. Por ejemplo, no sirve de nada solicitar un puesto en una start-up si tu meta es trabajar en una gran empresa.

 

  • El nivel de experiencia exigido
    Tienes todo el derecho a ser ambicioso, pero también debes ser realista. Por ejemplo, si te acabas de graduar, no es prudente responder a una oferta que exija cinco años de experiencia.

 

  • Otros elementos relativos al puesto
    Permiso de conducir, horarios de trabajo… ¡No debes desestimar ningún elemento!

 

Definir tu campo de búsqueda es el primer paso para ser más eficaz, pues te dará una idea precisa de lo que quieres y de lo que se ajusta a tu perfil. Por supuesto, tampoco debes limitarte demasiado, ya que quizás no encuentres ninguna oferta que cumpla todos tus requisitos. Lo mejor es hacer listas de prioridades:

 

  • Lista A, por ejemplo, incluiría los puestos prioritarios, los que reúnen todos tus requisitos y a los que vas a dedicar más tiempo y energía.
  • Lista B, incluiría aquellos puestos que se acoplan un poco menos a tus expectativas.
  • Lista C, los puestos a los que optarías como último recurso, etc.

 

2. Elige bien los canales para buscar empleo

Elegir bien y dar prioridad a los canales más indicados para buscar trabajo puede hacerte ganar tiempo y ahorrar energía. Te damos algunos consejos para que seas más eficiente:

 

Las plataformas de empleo

Las plataformas de empleo se multiplican día a día y, a fuerza de querer inscribirte en todas, al final terminas en ninguna parte. Evita caer en esta trampa y concéntrate en tres o cuatro páginas, como máximo.

 

Pero ten cuidado, no debes elegir las páginas de empleo de manera arbitraria. Por ejemplo, si dispones de una experiencia muy especializada, prueba en las páginas de tu nicho. Hoy en día, existen múltiples opciones según la especialidad, sector, tus años de experiencia, tamaño de las empresas, etc.

 

Las páginas web de las empresas

Ten en cuenta que no todas las compañías utilizan plataformas de empleo. Por ello, te recomendamos visitar las páginas de las empresas que te interesen, con el fin de descubrir ofertas que no hayan sido publicadas en las plataformas.

 

Las candidaturas espontáneas

Debes saber que cuando respondes a una oferta en una página de anuncios o de una empresa, generalmente ya es demasiado tarde. Es decir, la compañía ya ha determinado que existe una necesidad, ha hecho una búsqueda de colaboradores a nivel interno y ha recurrido a las redes de contactos de los miembros del equipo. Todo esto, antes de siquiera publicar la oferta.

 

Quizás pueda parecerte que enviar candidaturas espontáneas consume demasiado tiempo y es inútil, pero no tiene porqué ser así. A veces, tu candidatura llega a la empresa justo en el momento indicado y esta se pone en contacto contigo inmediatamente, ya que disponer de una buena candidatura –la tuya– puede evitarle tener que hojear cientos de currículums. Las candidaturas espontáneas se pueden enviar a través de la página web de la compañía o, mejor aún, a través de tu red de contactos o de LinkedIn. En este caso, antes de empezar a enviar tendrás que seleccionar varias empresas que te interesen y organizarlas por orden de prioridad.

 

La red de contactos

Este es el método que te ahorrará más tiempo. Un currículum que se envía directamente a la empresa vale más que 20 currículums enviados a través de páginas web, que corren el riesgo de terminar abandonados en una pila con cien más. Por ello, tómate el tiempo de contactar a las personas de tu red, ya sean antiguos estudiantes de tu colegio o universidad, amigos de tus amigos, antiguos compañeros de trabajo, etc.

 

3. Lee atentamente para entender bien las ofertas de empleo

Cuando estamos buscando empleo, tendemos a enviar candidaturas de manera masiva sin dedicar demasiado tiempo a cada oferta, lo cual resulta contraproducente.

 

Tómate el tiempo de leer y analizar cada anuncio, y de hacerte las preguntas indicadas, pues aunque esto lleve tiempo, lo ahorrarás más tarde.

 

Aquí tienes una lista de lo que debes hacer antes de enviar una candidatura:

 

  • Lee una o dos veces la oferta de empleo, hasta que entiendas perfectamente en qué consisten las tareas.

 

  • Asegúrate de que no tienes otra candidatura en curso para un puesto distinto en la misma compañía, pues responder a varias ofertas al mismo tiempo puede restarte credibilidad.

 

  • Presta atención a la fecha de publicación del anuncio: algunas empresas no actualizan las ofertas de empleo de su página web, así que debes dar prioridad a las que sean más recientes.

 

  • Verifica el tipo de contrato que se ofrece: algunos anuncios no lo mencionan claramente, así que no dudes en estudiar cuidadosamente la oferta. Sería una lástima que perdieras tiempo solicitando un contrato de prácticas, si lo que buscas es un contrato indefinido.

 

En conclusión, quizá te parezca un desperdicio pasar tanto tiempo definiendo tu campo de búsqueda y analizando detalladamente cada oferta de empleo, pero no olvides que más vale calidad que cantidad. Responder a cuatro ofertas bien seleccionadas al día es preferible que solicitar 20 trabajos que no sean compatibles con tu perfil.

 

Fuente: Welcometothejungle.com

 

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