¿A veces te sorprendes soñando despierto en la oficina, pensando en qué habría sucedido si te hubieras lanzado a una carrera en el mundo de las finanzas, la moda o la carpintería? Vaya, tal vez hasta serías campeón de natación si no hubieses abandonado las competiciones a los nueve años.

 

Pero, ¿qué tal si simplemente no has encontrado todavía tu vocación? En este caso, el método Ikigai podría serte de utilidad para ayudarte a recapacitar y encontrar tu razón de ser. En la ola actual de herramientas de desarrollo personal tan en boga, vale la pena echarle un vistazo a este accesible método japonés.

 

El origen de Ikigai

La palabra Ikigai viene de ikiru, que significa “vivir” en japonés, y kai, que representa el cumplimiento de los deseos. Aunque no existe una traducción literal en español, podemos definir el Ikigai como una filosofía de vida que equivale a tu propósito vital, tu camino a la felicidad. Esta mentalidad que data del siglo XIV explica, entre otras cosas, la gran longevidad de los habitantes de la isla de Okinawa, también conocida como “la isla de los centenarios”. Para estos japoneses, la clave del equilibrio es encontrar un motivo por el que levantarse de la cama, además de una alimentación sana y actividad física regular. Así pues, el Ikigai es la combinación de aquello que te motiva, te impulsa y se convierte en tu ideal.

 

¿Cómo extrapolarlo al ámbito profesional?

En la vida profesional, hallar tu Ikigai significa encontrar un trabajo gratificante en tu día a día, uno que hayas elegido, que tenga sentido y no sea simplemente un bullshit job. Debido a que se suele hablar de esto como si fuera el Santo Grial, es fácil llegar a pensar que solo se trata de una fantasía, algo imposible de conseguir en la vida real. La buena noticia es que todos tenemos un Ikigai y encontrarlo es más fácil de lo que imaginas.

 

Pero cuidado, no estamos diciendo que si, por ejemplo, te encanta cantar y quieres presentarte a La Voz, deberías abandonarlo todo. En el libro Encuentra tu Ikigai: vive de lo que te apasiona, Christie Vanbremeersch explica que es necesario “pasar de la sensación de precariedad y de pobreza a la de una frugalidad dichosa”. Por supuesto, trabajar en lo que te apasiona podría llevarte a hacer concesiones, tal vez de carácter económico. La forma de encontrar tu Ikigai es priorizar tu realización personal en lugar de lo material. Entender cuál es tu razón de ser te permite alcanzar un equilibrio entre tu vida personal y profesional, siempre y cuando aceptes la idea de que aunque quizás ganes menos, podrás aprender a consumir de forma más inteligente y vivir mejor.

 

¿Cómo encontrar tu Ikigai?

Pongámonos manos a la obra. Este método japonés indica que para definir tu Ikigai debes hacerte cuatro grandes preguntas, pues tu razón de ser se encuentra en la intersección entre tus respuestas. Para encontrar la respuesta adecuada a cada pregunta, es recomendable que te tomes el tiempo de hacer una introspección, pues conocerte bien es indispensable. El objetivo no es conseguir la respuesta lo antes posible, sino reflexionar al respecto durante cierto tiempo, puede ser durante varios días e incluso semanas.

 

1. ¿Qué te gusta hacer en la vida?

Haz una lista de todo aquello que te proporciona alegría en tu día a día, sin limitaciones. También puedes preguntarte a qué personas envidias y por qué. Los especialistas de Ikigai explican que encontrar tu camino puede ser a veces un viaje doloroso, en el que surgen sentimientos de frustración, ira u otros. Aunque estas emociones son desagradables al principio, también son beneficiosas para iniciar un cambio.

 

2. ¿Cuáles son tus talentos?

Quizás no los conozcas muy bien, pero seguro que hay muchas cosas por las que recibes cumplidos: la cocina, el deporte, el dibujo, la música, etc. También podrían ser tus cualidades humanas, como saber escuchar, la paciencia, la amabilidad e incluso el altruismo. Identifica las áreas en las que tengas aptitudes específicas.

 

3. ¿Qué podría generarte ingresos?

En este caso, es importante analizar cuáles son tus habilidades profesionales. En la actualidad, ¿qué tareas realizas en tu día a día?, ¿qué te hace ganar dinero?, ¿por qué otros servicios podrían pagarte?

 

4. ¿Qué necesita el mundo?

Encontrar tu razón de ser también implica vivir en armonía con el ambiente y el mundo que te rodea. ¿Hay alguna causa que sea importante para ti? ¿O algo que te gustaría cambiar o a lo que desearías contribuir?

 

La situación más gratificante para ti es aquella que vincula estos cuatro ejes y se encuentra en el cruce entre tu pasión, misión, profesión y vocación. Es recomendable que respondas a estas preguntas por escrito, representando cada una de ellas con un círculo.

 

Tu Ikigai se encuentra en la intersección entre estos cuatro círculos, como se ilustra en la siguiente imagen. A partir de estos elementos, puedes crear, inventar y diseñar a tu gusto el trabajo de tus sueños y la vida que le acompaña.

 

 

Fuente: Welcometothejungle.com

 

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